SOLTAR Y DETENERSE

23 | 03 | 2023

Estoy buscando la razón, el por qué me siento como me siento, desde que comenzó diciembre, mi sensación es de rabia, de enojo, conmigo y con el entorno, no es algo normal en mi, por lo tanto me hace sentir incomoda.

Desde que me sacaron el parte de la municipalidad en noviembre pasado (que, a todo esto, aún no sé si debo pagar algo o no), todo cambió, es como si una parte de mi hubiese tocado fondo, me di cuenta de que como emprendedores soportamos muchas cosas, aguantamos, resistimos.

Voy a hablar desde mi vereda, como emprendedores, artistas, creadores tenemos una serie de hitos que sortear, metas que cumplir y responsabilidades que asumir, pero si no vienes de una familia de negocios o dedicadas al arte, no traes contigo nada aprendido que te haga un poco más fácil el camino a recorrer o conoces muy poco de esa realidad, lo cuál te lleva a tener que estudiar, indagar, investigar y muchas veces cagarla para poder aprender.

Me demoré años en encontrar eso que resuene conmigo y mi presente, y gracias a mi propia voluntad de permanecer en la búsqueda sin desistir, lo he encontrado, ¡Qué suerte dirán algunos! La verdad que no es suerte, ni tampoco azar, es sólo persistir, permanecer y no bajar los brazos, escuchar a la intuición, un trabajo diario con una misma que requiere de ganas, voluntad y mucha disciplina, se siente maravilloso saber a qué quieres dedicar tu vida, hacer en el día a día lo que amas hacer y te apasiona; yo sé que tengo una misión aquí (todos la tenemos), el tema es que aún no logro descifrar la misión completa, es como si hubiese resuelto sólo una parte del acertijo.

Entendí que quiero hacer arte después de largos 10 años, entendí que quiero reciclar toda la ropa que pueda, entendí que debo comunicar porque mi manera de transmitir puede llegar a muchos, entendí que puedo ser un aporte compartiendo mis conocimientos adquiridos a lo largo de estos 13 años de estudios; pero así y todo lo que entendí, no logro compatibilizar el negocio y las 1500 tareas diarias a realizar, ver o llamar a los amigos (sociabilizar le dicen JA), descansar, hablar con la familia, tomar vacaciones, tener dinero suficiente para tomar esas vacaciones, poder vivir para disfrutar y no para trabajar, desconectarme del hacer, crear nuevos diseños, buscar la forma de comercializar esos diseños, como se cobrarán, qué cantidades confeccionaré, etc, etc, etc y podría continuar hasta el infinito. Algunos dirán que es poco, otros dirán que agregue las tareas del hogar y la crianza, yo digo que cada cual se hace cargo de sus cargas y de cómo las lleva consigo.

Mi sensación es como si estuviese atrapada en un círculo vicioso del cual no tengo idea porque no quiero salir, a pesar de tener las respuestas.

El merecimiento (algo que llevo trabajando hace un tiempo) se está desbloqueando sin duda, pero mi vieja forma de pensar y actuar no quiere irse ¿Tengo miedo? Si, muchísimo, a lo desconocido y a la falta de certeza; sé que tengo que dar el salto de fe, sin tener ninguna seguridad, ahora mi sistema me pide hacerlo.

Con todo lo anterior como veras es un poco complejo tomarse un momento para detenerse, pausar la cabeza un rato y sólo sentir y vivir el presente sin preocupaciones, sólo respirar; pero también por otro lado, sé que es una excusa porque realmente cuando uno quiere siempre se hace un tiempo para tomarse una pausa, el tema es que estamos tan acostumbrados a subirnos en la rueda del sistema que aunque no queramos subirnos, esta nos lleva igual.

Ahora, ¿De qué manera suelto aquello que me afecta? Y aquí está la razón por la cual tú estás leyendo estás líneas, porque como lo he mencionado antes, escribir para mí, es terapéutico, me hace bien, no vengo de una familia donde se hable de emociones ni estados de ánimo, por lo tanto, que me veas dando un discurso en un video o actuando para mostrarte un proceso sin que me juzgue a mi misma por cómo me veo, es una etapa superada; sin embargo, no quiere decir que hacerlo verbalmente me sea fácil, de hecho es algo en lo que también llevo trabajando hace algunos años y he ido avanzando, es más, he quedado como conflictiva en algunas ocasiones sólo por el simple hecho de decir lo que pienso, pero ya no me importa, díganme “conflictiva”.

Nunca voy a olvidar a un jefe que tuve en Punta Arenas que me dijo “Eres una rompe reglas” ja ja ja ¿Sabes qué? Me encanta serlo, romper el esquema y salirme de la norma porque no nací para ser igual a todos y seguir un patrón, quiero ser y vivir mi vida de manera diferente, donde sea feliz y esté cómoda, ahí elegiré permanecer.

Ya no escondo más mi personalidad, soy así y me quiero así, tengo que cambiar o más bien mejorar ciertas cosas (como todos), pero siempre trato de ser una versión mejor que la anterior, muchos me aman y también sé que muchos me odian y envidian, pero me quedo con aquellos que me envían su linda energía, me quedo con los que me apoyan en todas, me quedo con los que no me juzgan por no dedicarles más tiempo porque aquellos entienden que amo lo que hago y que muchas veces me pierdo entre mi mente, mis sueños, mis ideas y mis procesos creativos.

Aunque aún no tengo la llave maestra para resolver este acertijo, trataré desde hoy de vivir más en el presente, intentaré soltar aquello que no me pertenece y qué cargo conmigo, trataré de detenerme más a menudo para disfrutar la vida, darme más momentos de calidad para mí porque realmente lo merezco y tu también.

Y tú ¿De qué manera sueltas las emociones? ¿Cada cuanto te tomas un momento para detenerte?

Amo leer tus comentarios…

¡Abrazos llenos de calma y tranquilidad para Tod@s!

Mely

En el Cajón del Maipo

22.01.2023

Santiago - Chile